Tengo dedos que se mueven entre las
letras que van formando palabras que están antes en mi cabeza y que por cortesía
dejan pasar a algunas que nacen recién en los dedos. Los dedos también quieren
participar, pero sus palabras dicen algunas cosas raras, algunas sin sentido.
Hablan de otras cosas que las palabras que nacieron antes. Las palabras que nacieron
en mi cabeza compartieron muchas cosas conmigo. Vieron cosas que yo vi y otras que
no quería ver... y esperaron para salir de ese torbellino confuso de imágenes
borrosas para llegar hoy a un dibujo con forma, que las representara. Lucharon
para eso, se perfeccionaron. Atravesaron la pared más invisible del mundo. Las
palabras que nacieron en los dedos solo saben imitarlas, intentan insulsamente
colarse entre ellas y disimular. Hay que saber distinguirlas. Generalmente los
ojos no nos avisan. Generalmente los ojos son amigos de los dedos y ayudan a
sus palabras a ocultarse. Hay que aprender a reconocerlas.
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ResponderEliminarMileniusDec 20, 2011 08:46 PM
ResponderEliminarEntre las de los dedos y las del coco están las del corazón, supongo. Creo que es cuestión de dejar a esas, y varias cosas empiezan a acomodarse.
Bella entrada. ¡Saludos!