Compañero, debo aclararte una cosa.
No pretendo que me demuestres tus glorias cuando ya están realizadas,
prefiero acompañarte en la lucha.
No pretendo que compartamos un hogar ningún día a ciencia cierta,
prefiero que soñemos con una casita frente al mar y nos cueste despedirnos a la hora de volver.
Solo te pido una cosa, y aquí si, pretendo que prestes atención:
Lo que te pido es mas sencillo y mas sincero,
lo que te pido es que compartas conmigo tu tiempo.
No el tiempo que te sobra, sino el que inventábamos.
Aquel que resurgía entre dos números consecutivos y se hacia eterno en un segundo.
Ese tiempo muerto que nos hacia sentir vivos,
Que nos encontraba destruidos y radiantes.
Ninguno de los dos es rico, tampoco pobre,
y el tiempo es lo que mas nos sobra y mas nos hace falta.
Por mi parte te regalaría todos mis relojes,
No se si estaremos a tiempo de que me regales los tuyos.