martes, 19 de junio de 2012

Objetos, pero no tanto.




Dentro de la caja, envueltos en unos sedosos papeles, estaban ellos. Placidos, coquetos, vírgenes, Inseparables. Los recorría ahora un aire de incertidumbre. Pronto la caja se abriría y sus vidas comenzarían. Ambos, más allá de su arrogante apariencia, sabían que cada uno valía porque el otro existía a su lado. Por más brillante y hermoso, si uno de ellos fuera (por esas cosas de los pies) separado de su par, quedaría reducido a una vana o azarosa existencia. La cruel verdad es que no existe zapato sin par-de-zapato. El SER-zapato está atado a su par, y el par atado al que los lleva puestos.
Triste fue la suerte que corrió aquel par de un joven que frecuentaba recitales de rock. Encontrándose en medio de la agitación de la muchedumbre, dejo que uno de sus zapatos se descalzara y fuera empujado y aplastado por cientos de otros zapatos que nada podían hacer para ayudarlo a volver junto a su par.
Solo una pequeña cantidad de zapatos extraviados han logrado encauzarse sosteniendo plantas o alojando pequeños animales en su interior.
Por el contrario, a los zapatos no les preocupa el desgaste ni el excesivo uso, ya que eso forma parte de sus vidas.

Por lo tanto, resulta razonable a cualquiera, que aquello que se necesita son dos zapatos y por ende sería ridículo ofrecer un solo zapato, por más perfecto que este fuere. Su imperfección no estaría en si mismo, sino en la ausencia de su par. Y de este mismo modo, por más que uno de los zapatos sea el roto, por más que solo uno sea el averiado, lo son los dos.

En consecuencia, resulta evidente que no hay nada (por lo menos en lo que respecta a 10 centímetros por arriba del nivel del piso) pero nada, más triste que un zapato solitario, anónimo y perdido, desechado en medio de una calle. Nada. Ni más evidente que no exista nada (por lo menos en lo que respecta a unos metros por arriba de nuestras cabezas) pero nada, más bello y esperanzador que aquellos pares de zapatos atados por los cordones, que penden juntos colgados de algún cable de luz.